El problema de las rachas de hábitos
Hace unos meses decidí empezar a aprender Francés. En el futuro iba a necesitarlo: tanto en mi viaje a París como, sobre todo, ahora en Bélgica.
Finalmente, decidí darle una oportunidad a la aplicación de Duolingo. La verdad es que me sorprendió mucho. Creo que es una buena herramienta para aprender Francés (en concreto, para pasar de no tener ni idea a empezar a aprender las bases).
El otro aspecto que me sorprendió, para bien, es ver cómo toda la aplicación está orientada a ayudarte a interiorizar el hábito de aprender Francés diariamente —siendo justos, te ayuda a implementar el hábito de «usar Duolingo» para aprender Francés diariamente—.
Lo que más me motivaba de Duolingo era ver cómo crecía mi racha de días consecutivos aprendiendo Francés.
Justo antes de llegar a París, mi racha llegó a unos 50 días.
Todo un logro :^)
Las rachas como herramienta para cumplir tus hábitos
Las rachas son unas de las herramientas más recomendadas para implementar hábitos nuevos. La idea consiste en llevar la cuenta de los días que cumples (o no cumples) con tus hábitos.
El objetivo es conseguir la racha más larga posible cumpliendo tu hábito; haciendo esto te aseguras de que estés cumpliendo tu hábito a largo plazo.
Existen muchas herramientas basadas en rachas; las que yo he usado son:
- “No rompas la cadena”
- “Habit tracker”, de Hábitos Atómicos
- Y, ahora, la propia aplicación de Duolingo
Estas herramientas consisten en un calendario donde marcas visualmente (con una cruz o un círculo) los días que cumples o no tus hábitos.
Entonces, llegados a este punto… ¡está todo claro! Aprender Francés es inevitable: es suficiente con que siga haciendo crecer mi racha, ¿no?
El problema de las rachas para mantener hábitos a largo plazo
No lo puedo negar: las rachas son una gran fuente de motivación y de disciplina.
Es realmente satisfactorio ver cómo estás en racha, cómo has pasado de “no tengo ni idea de Francés” a “he hecho lecciones de Francés los últimos 50 días”.
¿El problema?
Romper una racha es desmotivador.
Romper una racha —porque has fallado en cumplir tu hábito un día— es una situación dura. Nos sentimos bien viendo crecer nuestra racha, por lo que ver cómo se rompe y tener que empezar de cero es algo muy desmotivador.
Toda la motivación extra que te ofrece una racha, se convierte en desmotivación una vez que la rompes. O, al menos, ese es mi caso personal.
Es por esto que “no rompas la cadena”, el “Habit Tracker”, y Duolingo ofrecen una serie de consejos para minimizar la probabilidad de llegar a esta situación tan desastrosa.
Por ejemplo, recomiendan que…
- El objetivo diario para dar por un cumplido un hábito sea realmente pequeño: que no necesites más de 5 minutos para cumplirlo.
- Cuando falles un día en tu racha, evita fallar al día siguiente. De esta forma si cumples al día siguiente, no se considera que hayas roto la racha.
Fallar en una racha de hábitos es inevitable
Cuando llegas a cantidades elevadas de días consecutivos en racha —estamos hablando de 50 días, 100 días, 1 año, 5 años,…—, romper la racha es casi inevitable.
Es inevitable fallar, y no por falta de disciplina, sino por mera probabilidad.
En 100 días hay tiempo suficiente para que un día (o una semana entera) te sea imposible cumplir el hábito porque…
- Estés enfermo y no puedas hacer nada con tu vida.
- Haya una urgencia tan grande que tengas que dejar todo lo demás en pausa.
- Estés en París y no tengas tiempo para pensar en Duolingo.
Por lo que el objetivo de de tener una racha perfecta siempre no es realista.
Tendrás que enfrentarte, en algún momento, a fallar. A romper tu racha. Y es, justo en este momento, cuando la desmotivación puede hacer que se comprometa tu hábito a largo plazo.
Así que ya lo sabéis, es oficial. Durante mi viaje a París, rompí mi preciada racha en Duolingo. Al volver, intenté retomar la racha, pero me sentía ridículo teniendo una miserable racha de 7 días… que también acabé rompiendo antes de llegar a Bélgica.
Las rachas no sustentan nuestros hábitos a largo plazo
¿Cuentas los días que llevas lavándote los dientes sin fallar, los días que te has acordado de encender la luz al entrar en una habitación, los días que no te has olvidado la llaves en casa?
Nuestros hábitos a largo plazo no se sustentan en rachas, simplemente, los tenemos tan interiorizados que no hacerlos sería incómodo o, incluso, desagradable.
El problema de que nos centremos en conseguir una racha eterna y perfecta es que nos distraemos del objetivo real: implementar hábitos de forma sostenible a largo plazo.
Fallar un día mientras estás contando tu racha, es desmoralizante.
En cambio, fallar un día cuando no estás contando, te permite continuar al día siguiente sin sentir que algo malo haya ocurrido.
Conclusión: la utilidad real de las rachas
Las rachas son una gran herramienta para poner en marcha hábitos nuevos. Esta es su principal virtud. El tiempo en el que estás en racha es una oportunidad de oro para que puedas…
- Entender claramente en qué consiste el hábito.
- Llevar a la práctica el hábito por primera vez.
- Dar tiempo suficiente a tu cerebro se adapte a ese hábito.
O, en otras palabras, las rachas te permiten dedicar la atención necesaria al hábito para que tenga la oportunidad de incorporarse en tu vida.
Sin embargo, para asegurar que a largo plazo no dejes de cumplir ese hábito, necesitarás herramientas distintas a las rachas.
Cuando aprendí por primera vez sobre “no rompas la cadena” fue en el contexto de gente que sentían que les era imposible levantarse de la cama por la mañana para mejorar su vida. En ese contexto, no se hablaba de rachas sino de cadenas que tenías que forjar tú mismo mediante tus hábitos para que tirasen de ti hacia arriba, para así levantarte de la cama y empezar a mejorar tu vida.
Pues bien, continuando con la metáfora, las cadenas —las rachas— son la ayuda que necesitas para incorporate por primera vez en tu vida, pero serán tus propios músculos los que deberán fortalecerse para mantenerte en una posición erguida; no unas cadenas perpetuas.
Y mucho menos, una aplicación de aprender idiomas como Duolingo.
Y tú, ¿cómo mantienes tus hábitos a largo plazo?
Referencias:
- El libro de “Hábitos Atómicos” de James Clear es la mejor forma de aprender cómo implementar (o eliminar) hábitos.
- Lo siento, pero no he podido encontrar el video original sobre “No rompas la cadena”. Se trataba de un vídeo de Lynx Reviewer, la red está repleta de tutoriales sobre esta herramienta.
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