Por qué odio las "quick wins"
Odio las quick wins.
Un día estás trabajando tranquilamente, cuando aparece una idea de un proyecto fácil y rápido, o en otras palabras, una quick win.
La promesa implícita en una quick win es la siguiente:
“Si dedicas ahora mismo una fracción pequeña de tu tiempo, podrás conseguir un logro valioso a corto plazo.”
Además, existe un tipo aún peor de quick wins, yo los llamo los «maratones a sprint». Esto ocurre cuando aceptas una quick win que tiene una fecha de entrega definida —y cercana en el tiempo— que está al límite de tus posibilidades. Entonces piensas: “venga va, hago un esfuerzo para intentar acabarlo en una semana, y si no llego, pues qué se le va a hacer”.
El problema es que cuando llegas al final sin éxito, la fecha de entrega se amplía para darte un poco más de tiempo para acabar ese trabajo y vuelves a hacer otro sprint para intentar acabarlo. Y este ciclo de intentar acabar un trabajo en poco tiempo y ampliación de fechas de entrega se repite hasta que:
- Acabas el proyecto
- El proyecto acaba contigo
El problema es que las quick wins ocupen todo tu tiempo
Las quick win son como un agujero negro que no para de devorar tu tiempo. Por esto las odio.
Mi solución es mantenerlas por debajo de la masa crítica para evitar que colapsen y devoren todas mis energías. Pero esta es la parte difícil, porque lo natural, el camino de menor resistencia, es dejarse llevar y seguir alimentando a las quick win.
Las cosas importantes primero
Las quick win no son lo más importante en tu vida, sino se llamarían important wins.
Si no organizas y priorizas las cosas importantes primero, no quedará tiempo en tu vida para hacer las cosas importantes.
Elegir qué es realmente importante para ti no es una tarea trivial. Lo que me funciona a mí es tener definidas únicamente dos o tres cosas importantes a medio o largo plazo. Por ejemplo, en mi caso una cosa realmente importante que quiero hacer es escribir en este blog.
Una vez que eres consciente de qué es lo importante, puedes asignarle prioridad y dejar que el resto de cosas del día a día —aquí es donde entras las quick wins— llenen el resto de tu tiempo. (Nota como esta idea tiene mucha relación con el principio de “sigue al hueso”.)
La regla de la primera hora
¿Cómo implemento este principio de “las cosas importantes primero” en la práctica?
Yo lo que hago es invertir la primera media hora (o hora entera) de mi mañana en mi proyecto más importante. De esta forma…
- Evito los contratiempos. Antes de empezar con mi tarea importante, evito mirar el correo, las notificaciones, etc. De esta forma, evito que los contratiempos de la vida me impidan realizar esta tarea importante. Si dejase esta tarea para la última hora del trabajo, es mucho más fácil que surja un contratiempo que me impida hacerla.
- Me siento mejor. De esta forma empiezo el día con una pequeña victoria que considero realmente valiosa a largo plazo.
- Mantienes las quick wins a raya. Como máximo, las quick wins ocuparan todo el tiempo de mi trabajo menos una hora.
Conclusión: odiaba las quick wins
Odiaba las quick wins; ahora son un elemento más a controlar en mi vida.
La idea es mantener las perspectiva de lo que realmente son: oportunidades que encuentras en el camino que puedes hacer mientras puedas, pero nunca te pueden llegar a distraer tanto como para perder de vista a las cosas realmente importantes.
Me gusta mucho leer a filósofos estoicos. En la siguiente cita Epicteto explica claramente cómo nunca debes de dejar de prestar atención a lo verdaderamente importante:
Imagínate que, estando embarcado, el barco echa anclas y tú desembarcas. Si vas a la playa a buscar agua, podrías entretenerte por el camino juntando almejas o setas. Pero tus pensamientos y tu atención deberían estar puestos en el barco, esperando la llamada del capitán; porque ante esa llamada deberías dejar inmediatamente lo que te entretiene, no sea cosa que te vengan a buscar y te arrojen a bordo atado de pies y manos como un cordero. En la vida sucede lo mismo. Si te es dada una esposa o un hijo está bien que los ames y los disfrutes. Pero si llama el capitán, tendrás que dejarlos e ir hacia el barco sin mirar atrás. Y si ya eres viejo, nunca te alejes de la nave; no vaya a suceder que te llamen y no estés en condiciones de presentarte.
—Epicteto, “Enquiridión” capítulo 7
Los estoicos se tomaban muy en serio lo de priorizar lo importante. Tanto es así que para ellos una quick win era tener una esposa o un hijo.
¿Qué es una quick win para ti? ¿Odias también las quick wins?
Referencias:
- Vuelvo a recomendar el libro de “Mind Management, Not Time Management: Productivity When Creativity Matters” de David Kadavy. Este libro me ha ayudado a definir cuáles son esas cosas realmente importantes. Además, la idea de la “regla de la primera hora” la leí por primera vez en este libro.
- Esta charla TED explica fundamentos sobre la gestión del tiempo muy útiles.
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