Lo valioso es la realidad, no su etiqueta
Desperdiciamos demasiado tiempo en defender etiquetas.
Hace unos meses, procesé con mi Zettelkasten el artículo original sobre los objetivos SMART1. Fue un procesado valioso por muchos motivos. Sin embargo, la idea que más me gustó estaba fuera del tema de los objetivos SMART: “Lo importante es que la etiqueta no impida una comunicación eficaz”.
En la actualidad, estamos siendo bombardeados por una infinidad de etiquetas nuevas. Esto es especialmente grave en el mundo de la gestión del conocimiento personal. Por ejemplo, ahora está de moda hablar de notas evergreen, notas permanentes, notas de contenido, mapas de contenido, notas estructurales, notas bibliográficas,… y un largo etcétera.2
El problema es que desperdiciamos (o, al menos, yo desperdicié) demasiado tiempo defendiendo qué etiqueta se debería utilizar en vez de enfocarnos en aquello que realmente genera valor.
En este artículo, te muestro:
- por qué no genera valor defender el uso de una etiqueta
- cómo puedes enfocarte en lo que realmente genera valor
- en qué situación que sí que debes cuidar qué etiqueta usas.
Usa la etiqueta más eficiente para comunicarte
Although it may be fashionable to debate the differences between goals and objectives in our graduate business school, from a practical point of view the label doesn’t make any difference provided officers/managers agree on the meaning of theese words. In some cases, goals are short-term and objectives are long-term. In others, the opposite is true. To other organizations, goals and objectives are synonymous. Time should not be wasted in debate over these terms. The important consideration is not to have the label get in the way of effective communication.
—“There’s a SMART way to write management’s goals and objectives” por George T. Doran.
Creamos valor cuando invertimos nuestro tiempo en entender y comunicar la realidad. En el caso de los objetivos SMART, la discusión entre usar la etiqueta “objetivo” o “meta” no produce valor. Da igual que etiqueta usemos. Lo valioso es el debate de cuáles son los criterios que permiten definir buenos objetivos/metas.
Por lo tanto, lo ideal es usar la etiqueta que menos entorpezca la comunicación según el contexto. Yo tengo mis etiquetas preferidas para referirme a la realidad (por ejemplo, usar “objetivo” para el corto y largo plazo). Sin embargo, no desperdicio mi tiempo en defender su uso: si para comunicarme eficientemente con otra persona tengo que usar otra etiqueta, usaré esa etiqueta (usaré “meta” si es lo más eficiente).
Esta estrategia es una forma de enfocarte en generar valor en un debate:
- ¿Qué realidad está viendo la otra persona?
- ¿Es la misma que estoy viendo yo?
- ¿Cómo puedo asegurarme de que estamos hablando de lo mismo?
- ¿Este debate puede realmente afectar a mi forma de trabajar o pensar?
En definitiva, esta estrategia es una forma de entrenar tu capacidad de discernir con claridad.
Existen etiquetas que distorsionan la realidad
Sin embargo, existe una excepción.
Hay veces que una etiqueta tiene connotaciones que no están presentes en la realidad. En estos casos, el uso de una etiqueta no es neutral: es un filtro que está distorsionando la realidad. Es un filtro que nos impide discernir con claridad.
Por ejemplo, no es lo mismo etiquetarte como “responsable” que como “exigente”. Ambas etiquetas pueden referirse a una misma realidad: una persona que consigue que ocurra lo que se propone. Pero nota cómo ser “responsable” tiene connotaciones positivas (consecuente, formal, prudente), mientras que ser “exigente” tiene connotaciones negativas (riguroso, severo, rígido). ¿Están estas connotaciones en la realidad? ¿O son una distorsión indeseable debido a la etiqueta?
En esta situación, sí que es importante evitar utilizar etiquetas que distorsionen la realidad. Incluso puede estar justificado que inviertas tu tiempo en defender cuál es la etiqueta correcta a utilizar en un debate. Sin embargo, no te obsesiones con que la otra persona utilice la etiqueta correcta (eso no está bajo tu control). En su lugar, asegúrate de que, personalmente, usas la etiqueta correcta: asegúrate de que tu visión personal sea clara.3
Conclusión: Una visión clara de la realidad
Creamos valor cuando entendemos y comunicamos la realidad, no cuando defendemos el uso de una etiqueta. De hecho, mientras que una etiqueta no distorsione la realidad, es indiferente qué etiqueta en concreto utilicemos. Por eso, lo ideal es utilizar la etiqueta que sea más eficiente según el contexto.
Volviendo al ejemplo de la gestión de conocimiento personal. Algunas personas llaman “nota permanente” a lo que otros llaman “nota evergreen”, pero lo importante no es la etiqueta que utilizan, sino lo que hacen con esas notas en la realidad: cómo les ayuda a conectar ideas y mejorar su pensamiento. Por tanto, olvida las etiquetas y centra tu antención en la realidad:
- ¿Qué hacen las otras personas «en la realidad» con sus notas?
- ¿En qué se diferencia de lo que ya estás haciendo tú?
- ¿Qué puedes cambiar para tomar mejores notas?
Responder a estas preguntas es lo que realmente genera valor.
Y tú, ¿miras al dedo… o miras a la luna?
Puedes responderme en los comentarios o directamente a este mail. En ambos casos, te contestaré :-)
Referencias:
“There’s a SMART way to write management’s goals and objectives” por George T. Doran. ↩︎
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