Leer y escribir cortolibros
Me encanta leer.
Leer libros es una de mis formas favoritas para aprender y entretenerme. Recientemente, he descubierto un nuevo tipo de libro que me apasiona: los «cortolibros».
Son libros que, como su propio nombre indica, son cortos.
No sé si el término “cortolibro” es correcto o si tan siquiera existe. No es algo que me preocupe. Se trata de una palabra que utilizo para definir mis gustos personales: no hay una mayor pretensión que eso.
No esperes encontrar una librería con un cartel diciendo: “¡Vendemos cortolibros!” :^)
Las características de un cortolibro
¿Qué es un cortolibro?
Para que nos entendamos, un cortolibro es a un libro lo que un cortometraje a una película.
En mi opinión, un cortolibro debe cumplir las siguientes características para que se pueda diferenciar de ser, simplemente, un libro corto.
Los puedes leer de una sentada
Son libros que puedes leerte en una única sesión de lectura.
Te sientas en un sillón con el libro, lo abres, lo lees, lo cierras y continuas con tu vida.
Son libros que, idealmente, los puedes leer en unos 20 a 60 minutos. El equivalente en palabras sería de unas 5.000 a 15.000 palabras.
Una idea, un cortolibro
Los cortolibros pueden ser de ficción o de no-ficción, y pertenecer a cualquier género literario
Pero, y esto es lo importante, un cortolibro explora una única idea principal.
Y nada más.
Esta idea principal puede ser casi cualquier cosa:
- Un consejo
- Una herramienta
- Un problema
- Una historia
- Un relato
- Una emoción
- Etc.
Un cortolibro tiene una finalidad clara: transmitir esa idea principal.
Intencionalmente cortos
Por último, los cortolibros no son libros grandes que han sido recortados para ser cortos.
Son libros intencionalmente cortos.
Duran lo que tienen que durar para transmitir esa idea. Ni más ni menos. El tiempo justo para saciar tu curiosidad e irse antes de empezar a aburrirte o ralentizar tu vida.
Ejemplos de cortolibros
Estos son algunos ejemplos de cortolibros:
- “How to Write a Book” de David Kadavy.
- “Digital Zettelkasten Principles, Methods, & Examples” de David Kadavy.
- “El arte de ser libre, Epicteto” de la editorial Koan.
- “Como mantener una conversación difícil” de Harvard business review.
- “La teoría de las pelotas” de Pepe Martín García.
- “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry.
- “La mosca. Relatos del Antimundo.” de George Langelaan.
¿Por qué escribir un cortolibro?
Llegados a este punto… ¿Por qué alguien querría escribir un cortolibro? ¿No sería mejor escribir directamente un libro normal?
Te obliga a centrarte en algo concreto y asequible
La mayoría de la gente —incluido yo el primero— quiere empezar escribiendo el libro de sus sueños. Es una idea totalmente legítima. Pero, también es la fórmula para el fracaso.
¿Por qué?
Porque el «libro de tus sueños» es probable que sea un libro grande.
Si no tienes experiencia previa, se trata de un proyecto que está fuera del alcance de tus posibilidades donde es probable que te quedes sin fuerzas o motivación a mitad del camino.
El otro problema es que los proyectos tienden a crecer y expandirse conforme trabajas en ellos: “quizás podría añadir un capítulo sobre este tema”, “la historia de este personaje secundario merece ser contada”, “no puedo no nombrar esta herramienta”, etc.
Un cortolibro elimina estos problemas de raíz.
Es un proyecto corto y asequible que aumenta tus probabilidades poder de acabarlo.
Aceleras todo el proceso
La escritura, como todo proyecto creativo, tiene muchas etapas desde la concepción de la idea inicial hasta publicar el producto final.
Un cortolibro te permite pasar de forma acelerada por cada una de ellas, ganando experiencia sobre todo el proceso.
Y como se trata de un texto corto, es mucho más fácil pulirlo y editarlo hasta que quede a tu gusto.
Es una inversión de tiempo pequeña
El ser humano es malo estimando cuánto tiempo le cuesta hacer una tarea.
Solo en el caso de tareas que hayas repetido muchas veces en tu vida, puedes hacer estimaciones más o menos precisas.
Escribir un libro es un proceso creativo: por lo que debes partir de la base de que vas a estimar mal el tiempo que necesitas para acabarlo.
Si piensas que necesitas un mes para escribir un cortolibro, probablemente sean tres meses (una cantidad que sigue siendo manejable).
En cambio, si para un libro normal piensas que necesitas un año, es probable que sean tres años o más (algo que puede marcar la diferencia entre acabarlo y no acabarlo).
Más posibilidad de recibir feedback
Por último, es más probable que la gente lea un libro corto que uno largo. Por lo que aumentas la probabilidad de que recibas feedback sobre lo que has escrito.
Conclusión: quiero escribir un cortolibro
Cuando escribo para el Jardín de Gestalt, tengo varios objetivos en mente.
Por un lado, escribo para aprender y dejar claras mis ideas respecto a un tema.
Por otro lado, escribo para mostraros ideas que considero realmente valiosas.
Pero, lo que he descubierto hace poco es que: escribo para convencerme a mí mismo. Para convencerme de hacer esas cosas de las que aún tengo dudas sobre si las quiero hacer o no.
En este caso, siento que estoy convencido de que quiero escribir un cortolibro. De hecho, para ser honestos, ya está en camino. Pero de momento no voy a dar más detalles hasta que tome un poco más de forma.
Y tú, ¿conoces algún cortolibro?
Referencias:
- Hay veces que encuentras ideas y problemas similares a los tuyos en otros contextos que permiten que tengas esa revelación final que te simplifica la vida y que pone palabras a aquello que solo podías intuir. En este caso, la inspiración para definir a los “cortolibros” viene directamente de la idea de los “cortojuegos” explicada por Alva Majo en su vídeo Pasión por los cortojuegos.
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