Cómo evitar desviarte en un proyecto creativo
El objetivo del trabajo creativo es crear un producto (o servicio) valioso.
El problema es que, habitualmente, necesitas dedicar mucho tiempo —días, semanas, meses o incluso años— a un proyecto creativo hasta que empiezas a recibir feedback de tu trabajo.
Durante este camino pueden surgirte dudas:
- ¿El camino que he elegido es el correcto?
- ¿Me he desviado en algún momento de mi idea inicial?
- ¿Necesito parar y pensar un nuevo plan?
- ¿Es mi trabajo realmente útil?
Necesitas alguna forma para responder a estas preguntas, sobre la marcha, sin depender del feedback de terceras personas. (El feedback de terceras personas es de lo más valioso que puedes recibir, pero no debes depender exclusivamente de esto, ya que muchas veces que no puedes disponer de él.)
En este sentido yo distinto entre dos estrategias para saber si voy por el camino adecuado:
Planificar el camino. Es cuando paras de trabajar completamente para planificar qué camino es el más adecuado para llevar a cambo un proyecto creativo. La idea es saber dónde estás, dónde quieres llegar y qué camino debes seguir. Hacer esta planificación requiere de tiempo y de tener la mente despejada.
Seguir la ruta. Es cuando, sobre la marcha, compruebas que no te has desviado del camino que habías planificado y que no haya surgido algún obstáculo imprevisto. La idea es cumplir con la tareas que has planificado. De esta forma, mientras todo vaya bien, no es necesario gastar tiempo o esfuerzo en volver a planificar el camino.
Estas dos estrategias son complementarias.
Pero en esta entrada nos centraremos en la segunda, cómo seguir la ruta, o en otras palabras, cómo saber si nos estamos desviando.
El problema de medir el éxito en el trabajo creativo
Para poder «seguir una ruta» necesitamos ser capaces de medir nuestros avances o éxitos en un trabajo creativo.
El problema es que medir el éxito en el trabajo creativo es complicado. El éxito no se puede objetivar completamente: es muy difícil medir y poner números a cuánto has avanzado en un proyecto creativo. O tienes la idea que soluciona tu problema, o no la tienes, no es posible avanzar en un 1% en tener la idea. (Lo que sí que puedes haces es prepararte un 1% más para que sea más probable que tengas la idea.)
Por tanto, es difícil saber si vas por el buen camino en un proyecto creativo o no.
De hecho, creo que lo más saludable es aceptar esta limitación del trabajo creativo y convivir con esta idea de que cada vez que emprendes un trabajo creativo estás dando un salto de fe.
Aún así, siendo prácticos, es posible medir algunas cosas que puedan estimar cómo de bien o de mal vamos en un proyecto creativo. Yo diferencio dos tipos: medidas objetivas y medidas subjetivas.
Las medidas objetivas
Las medidas objetivas son medidas que no dependen de tu estado mental. Consisten en medir cosas objetivables de tu trabajo.
- ¿Estoy cumpliendo —con suficiente tiempo de antelación— los deadlines de mi trabajo?
- ¿Estoy trabajando únicamente durante mi horario de trabajo?
- ¿Dedico a diario al menos 15 minutos al proyecto creativo más importante que no sea urgente? (Regla de la primera hora)
- ¿Estoy respetando el límite de cuatro horas en trabajo creativo?
Las medidas subjetivas
Las medidas subjetivas son medidas que dependen de tu estado mental. Emociones, sensaciones, intuiciones, etc.
- ¿Tengo ganas de volver a trabajar mañana?
- ¿Siento que los proyectos que estoy haciendo son útiles y valiosos?
- ¿Siento que estoy avanzando?
- ¿Siento que tengo mis tareas bajo control?
- ¿Me apetece para explorar y probar nuevas ideas?
Conclusión: cada día un paso más
Si la respuesta todas la preguntas es “sí”, es probable que sigas por el buen camino, pero no bajes la guardia y sigue prestando atención.
Si la respuesta a alguna de las preguntas es “no”, puede significar que es hora de replantearte qué es lo que falla en tu trabajo:
- Quizás el proyecto que está mal planteado o no es útil o necesario.
- Quizás te falta tiempo o hay demasiada urgencia.
- Quizás hay algo que te está afectando y no eres consciente de ello.
En este caso, no existe una solución genérica para saber qué es lo que debes hacer. Dar una solución predeterminada es simplemente negar la complejidad de la vida humana. Además cuando te «sales del camino planificado» es cuando más cuesta frenar la inercia de tu vida, para pensar y planificar qué es lo que debes hacer.
La excelencia se logra dando pequeños pasos todos los días, avanzando lentamente, pero de forma constante, por un camino en el que parece que no dejas ninguna huella detrás tuya. Pero ese camino no es el único, hay que tener el valor de saber cuando debes parar, detenerte cuando todo el mundo sigue avanzando, y cambiar tu rumbo.
Y tú, ¿cómo sabes que vas por el camino adecuado?
Referencias:
- Esta entrada es una continuación de “Mi flujo de trabajo para trabajo creativo” y “La lección más dura de mi doctorado”
- En una entrada anterior, explicamos a idea de tener indicadores que revelen cuando te acercas a tu peor día. Las medidas objetivas y subjetivas son en el fondo la misma idea.
Entradas mencionadas o relacionadas:
- Mi flujo de trabajo para trabajo creativo
- La lección más dura de mi doctorado
- Cómo ser mejor el peor día de tu vida
- Cómo evitar el sesgo de resultado
- Cómo tener unos <<ojos frescos>>
Entradas que referencian a esta entrada: