¿Por qué comparto mi opinión personal?
Yo no soy nadie.
No soy un gran filósofo que comprenda la condición humana. No soy un gran escritor de éxito reconocido. No soy un sabio que pueda diferenciar inequívocamente entre «lo bueno» y «lo malo».
Y aunque fuese alguna de «esas cosas», eso solo demostraría que gasté tiempo en el pasado haciendo «esas cosas», eso no demostraría —en ninguno de los casos— la calidad de mis ideas ahora.
Lo único que puedo afirmar con solidez es que: sigo aprendiendo cómo estudiar y cómo vivir mi vida. Dos conceptos inseparables el uno del otro.
¿Por qué escribo mis ideas y pensamientos?
Para mí, escribir es una herramienta para aprender: esta es una de las razones por lo que escribo.
El proceso de escribir te permite…
- solidificar los conceptos etéreos que tienes en tu mente en palabras concretas
- comprobar si tus ideas son coherentes y completas
- evidenciar las lagunas que hay en tu entendimiento de un tema
Además, como ventajas adicionales, te permite evitar que olvides cosas importantes —algo muy común en mí— y te permite volver a experimentar lo que pensabas hace años (lo más parecido que existe a un viaje en el tiempo).
¿Por qué hago públicos mis escritos?
Los hago públicos porque es lo que a mí me gustaría encontrar para leer. Y espero que también puedan ser de utilidad para ti.
Además las ideas mejoran cuando son explicadas y, sobretodo, cuando son enfrentadas: hacer públicas mis ideas es la mejor forma de recibir “feedback”, por eso espero poder conocer tu opinión.
El valor de mi opinión
Todo lo que escribo es un consecuencia de mis experiencias, mis gustos y mis sesgos personales. En otras palabras: es mi opinión personal.
Mi opinión tiene el valor que quieras darle tú: yo tengo la credibilidad que quieras darme tú. Sé el tú el juez último que decida qué te vale y qué no te vale: las panaceas no existen.
Conclusión: este es mi jardín de ideas, me gustaría visitar el tuyo
Quiero mostrarte un camino. Un camino a mi jardín privado de ideas para que puedas pasear y conocer lo que hay dentro.
Pero, si me lo permites, el trato es el siguiente: me gustaría encontrar algún día un camino que me lleve a conocer tus ideas.
Da igual en la forma que lo hagas: comparte tus ideas con el mundo.
Referencias:
- “Mind Management, Not Time Management: Productivity When Creativity Matters” de David Kadavy, pág. 36
- “Técnicas, consejos y trucos para jugar rol” de Sirio Sesenra, pág. 7
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