Exponerte al fracaso mejora tus ideas

¿Cuánto dolor estás dispuesto a soportar para mejorar tus ideas?

Cuando hice mi doctorado, no existía una forma eficiente de intercambiar modelos matemáticos. Debido a esto, colaborar con alguien era tan lento y costoso que la decisión más sensata era no colaborar.

Este problema me ardía por dentro. Inevitablemente, acabé buscando una solución y, como no la encontré, creé la mía propia: un lenguaje de dominio específico (DSL) para definir modelos matemáticos. Esta fue una de las contribuciones favoritas de mi tesis. Incluso, llegué a publicar un “compilador” del DSL como un paquete de Python y llegué a impartir dos de talleres en conferencias para enseñar cómo usarlo.

Todo parecía ir bien.

Después de defender mi tesis, fui seleccionado para un concurso a mejor tesis del año. Acepté. El proceso consistía en que un jurado evaluaría los méritos (publicaciones, impacto, relevancia, etc.) de todos los seleccionados para decidir quién era el ganador. Tras la evaluación, quedamos dos finalistas. El ganador ya estaba decidido, pero para darle más emoción y visibilidad al evento, lo revelarían después de que cada uno presentara su trabajo.

En mi presentación, repasé todas las contribuciones de mi tesis, pero destaqué especialmente el problema del intercambio de modelos y mi solución.

Durante la ronda de preguntas, alguien del público me hizo ver que usar un DSL no era el enfoque correcto. Lo peor es que tenía razón. Y, para rematar, quedé segundo.

Fue doloroso.

Darte cuenta de que estás equivocado duele. Pero esa crítica fue clave para abandonar la idea del DSL y dar paso a la solución en la que trabajo ahora: un estándar para definir modelos matemáticos. Una solución mucho más simple y potente.

Exponerte a fracasar duele, pero es necesario para mejorar.

Podría haber desarrollado el DSL solo para mí. Podría haber rechazado dar talleres. Incluso en el concurso, podría haber dado menos importancia a esta parte. Pero elegí lo contrario.

Elegí exponer mis ideas a la posibilidad de fracasar.

¿Es el estándar la solución correcta? Creo que sí. Pero, realmente, no lo sé. Lo que sí sé es que ahora estoy menos equivocado que antes. Y que estoy dispuesto a soportar el dolor y el fracaso que sea necesario para dar una buena solución a este problema.

Porque el verdadero fracaso no es equivocarse, sino vivir desconectado de la realidad.

Un saludo,
Fernando Nóbel

P.D.: ¿Qué fracaso te dolió, pero te hizo mejorar? Respóndeme en los comentarios y así no soy el único que comparte sus penas :^)